Campanas

Las campanas de cocina eliminan la grasa en suspensión y los productos procedentes de la combustión como el humo, los olores, el calor y el vapor de agua mediante una combinación de filtrado y la evacuación del aire. En función de la existencia o no de salida de humos en la cocina, funcionan de dos formas distintas. Por extracción al exterior, este tipo de campanas se instalan en cocinas donde existe un ducto de salida de humos. El motor aspira los humos y los olores que se generan al cocinar, éstos pasan por un filtro metálico antigrasas, que los expulsa al exterior a través del conducto. El otro tipo son por recirculación para las cocinas que no tienen salida de humos. En este tipo de campanas, el aire se absorbe y se limpia pasando en primer lugar por un filtro antigrasas y después por un filtro desechable de carbón activo que absorbe la grasa y los olores para devolver el aire limpio a la cocina.

La instalación de una campana dependerá del estilo y modelo, existe campanas de pared, bajo mueble o de isla, además del tipo que sea, de extracción o recirculación. Instalar una campana de cocina no es complicado, es necesario que cerca de ésta exista corriente eléctrica a la cual pueda conectarse. Si la campana es de extracción debe conectar al ducto de salida, generalmente ubicado en techos. También es importante que la campana tenga sus filtros en buen estado, los cuales deben ser cambiados aproximadamente cada 6 meses.

Este tipo de campanas son ideales para lugares donde no existe una salida cómoda. Funcionan mediante la recirculación, absorben el aire, humo y olores producidos al cocinar. La campana aspira el aire y lo pasa en primer lugar por un filtro antigrasas y luego por un filtro desechable de carbón activo que absorbe la grasa y los olores para devolver el aire limpio a la cocina. Su instalación es muy simple, dado que no necesitan de una conexión hacia exterior como la mayoría de las campanas.